Mientras en países como Estados Unidos y Corea del Sur ya han comenzado los tests con algunas activaciones, en América Latina, el 5G está dando sus primeros pasos. No obstante, cuando se habla de creación de redes es necesario comprender cómo funcionarán realmente. Después de todo, ¿cómo ofrecer ese rendimiento en conexión? Aquí es donde entra en juego la densificación de la red.
Si está familiarizado con el tema, conoce el potencial del 5G y sus promesas. Su nivel de entrega es incomparable: Internet con velocidad de hasta 20 gigabytes por segundo. En los papeles es asombroso, pero también lo es en la práctica. De todos modos, la formación técnica para una conexión tal no es fácil.
Entienda: la red 4G es capaz de entregar 1 gigabyte por segundo como la velocidad máxima de conexión. Para ello, necesita aproximadamente una celda de red móvil cada 2 km.
En cuanto que la red 5G, considerando las ondas milimétricas, esta necesidad se reduce en 1,5 km, con una celda de fibra óptica cada 500 m. En otras palabras: cubrir toda una región metropolitana requerirá millones de km² de cables.
Si consideramos las tendencias tecnológicas y digitales, como la perspectiva de tener alrededor de 125 millones de automóviles en las calles conectados para 2022, se hace evidente la necesidad de redes más rápidas, optimizadas e integradas.
Es precisamente con esto en mente que tanto se invierte en la densificación de redes. Pero, al fin y al cabo, ¿cuál es el papel de este concepto en el correcto funcionamiento de la futura red 5G en América Latina y en el mundo? Eso es lo que discutiremos en el artículo de hoy.
¿Qué es la densificación de redes?
Para que el 5G funcione, se necesitará mucha fibra óptica, ya que es fundamental tener una red capaz de promover la baja latencia requerida.
Según Rafael da Silva Santos, coordinador académico del curso de Redes de Computadoras de la Facultad de Informática y Administración de São Paulo (FIAP), la densificación de las redes es el siguiente paso en el camino hacia el establecimiento del 5G.
Explica el profesor: "La densificación no es más que el aumento en el volumen de uso de tecnologías y componentes de red, como el uso y necesidad de fibra óptica en la actualidad".
Para que 5G tenga éxito, necesita una red realmente densa. Este parámetro se puede lograr agregando más celdas de red, desde redes de acceso por radio hasta instalaciones inalámbricas, en celdas pequeñas o grandes.
También debe haber un aumento en el número de antenas y una adherencia a las tecnologías de Entrada / Salida Múltiple (MIMO). Por tanto, es posible aumentar considerablemente la capacidad de tráfico disponible.
¿Por qué la densificación de redes es un tema tan en boga?
En todo el mundo, ya se habla de la densificación como un paso natural en el proceso de adaptación y modernización de las redes, especialmente las fijas, debido a la necesidad de fibra óptica.
En Brasil, según el profesor Santos, tiene que ver con la aprobación de la consulta pública para la implementación del 5G en Brasil, realizada por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) a principios de 2020.
“Sin embargo, con el retraso en la subasta debido a Covid-19, creo que tomará un tiempo entrar en vigor. Estimo que los operadores iniciarán sus instalaciones solo en el primer semestre de 2022”, analiza Santos.
Un ejemplo es Chile que ya completado el proceso de licitación de frecuencias de radio 5G en 2021 siendo el primer país de la región de América Latina a realizarlo. La ciudad de Santiago también cuenta con un barrio 5G, donde se están probando aplicaciones.
La relación entre la densificación de redes y el suceso del 5G
Las redes actuales podrían ofrecer velocidades hasta 10 veces más altas para así satisfacer las demandas de 5G y las demandas de la población que, sin dudas, crecerá. Para el profesor Santos, la densificación también traerá otros cambios:
“La densificación no solo es importante, sino necesaria para el aumento del ancho de banda, su capacidad de datos y la eficiencia espectral de 5G. Esto traerá un conjunto de nuevas oportunidades que los operadores tendrán para satisfacer la demanda en áreas de alta densidad urbana”.
Por tanto, es necesario que los operadores inicien el proceso de densificación de la red lo antes posible. Adaptarse no es solo un movimiento estratégico, sino una forma de prepararse para un mercado aún más competitivo.
El posible impacto de la densificación de redes
La densificación de las redes allanará el camino para la llegada del 5G, que, en sí mismo, ya representa un impacto generacional, tanto en el ámbito social, tecnológico y corporativo.
Según el profesor Santos, este movimiento tiene el potencial de cambiar la forma en que las personas y las empresas interactúan:
“A partir de 5G, aumentaremos el uso de tecnologías de automatización que conectan redes con hogares y hacen que las ciudades sean inteligentes. También tendremos un aumento en el número de dispositivos y, en consecuencia, un aumento en la velocidad.
En la práctica, por ejemplo, una película que hoy en día lleva de 2 a 5 minutos para descargar por el 4G solo tardará de 2 a 3 segundos en descargarse por el 5G. Esto, sin duda, incentivará la aparición de nuevos servicios y negocios.
Usted puede obtener más información al respecto en nuestro informe técnico sobre los gemelos digitales para la manufactura.
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